sábado, 29 de agosto de 2009

La Gioconda



La tristeza infinita de tus ojos,
esa mirada al fondo del la nada,
¿es dicha o es desgracia? No se sabe.
La delgadísima línea de tus labios
musita una palabra misteriosa
que roza el silencio y no lo alcanza.
Tu mano delicada apenas toca
la seda del vestido; lo acaricia.
Al fondo, el mundo asoma como bruma
inhóspita, apenas existente.

Esquirlas (3)

* Toda barbarie comienza en iconoclasia.

* Pensamiento. Lo que no es tautología es mística.

* Chesterton. El arte -difícil- de ser bondadoso sin ser nunca ingenuo.

* La naturaleza es inmensa e indiferente, vacía de signos.

* San Pablo es un genio que hace un descubrimiento genial: Religión y Cultura no se identifican.

* Arte moderno. La imagen no quiere ser signo, sino objeto.

miércoles, 26 de agosto de 2009

España

Pensar tu nombre ahora
envenena mis sueños
Luís Cernuda

Un oscuro laberinto de reinos en lucha.
Trasiego de tronos y cetros que se mueven
a lomos de carros polvorientos.
Monjes, sabios y reyes que buscaban
un espacio de tierra parecido al cielo
y una corona que encajase en la cabeza del hombre.
La música verbal del Triste Hidalgo.
El señorío burgués de Maragall.
El brumoso otoño de Rosalía.
Unamuno y su monólogo continuo.
Todo encaja en este viejo puzzle.
Lo antiguo, lo presente, lo anhelado.
Velázquez y su luz mediterránea.
Picasso burlándose del arte.
Gaudí mirando al cielo con su barba de ermitaño.
España , Hispania, Sepharad.
Te digo con cierto pudor de palabra prohibida,
con un asomo de lágrimas veladas,
como quien dice algo terrible y entrañable.
España, Espanya, Espainia.
Letanía de lenguas, savia roja
y común, siempre fluyente.
Vena y raíz que abarca inmenso espacio.
Tu nombre llena mi garganta de amarga plenitud.
Pronunciarlo me hace la voz áspera y antigua.

domingo, 23 de agosto de 2009

Tristeza marina

La caracola espera
que el árbol se distancie,
que la marea baje
y que la luna ajuste
la magia de su órbita
para empujar sus pasos
de babosa pereza.
Huida de la cueva
de la que nunca supo,
sin luz, sin aire apenas,
buscando las orillas
más allá de su concha,
la caracola avanza
tan lenta como un rayo.
Su sombra llora lluvias
de agua cansada y leve.
La pobre caracola.

Letanía de la sombra

Átomos sin venas.
Carcaza vacía.
Ente sin materia.
Materia sin forma.
Víscera sin sangre.
Escombro del tiempo.
Reloj oxidado.
Columna de humo.
Dama del silencio.
No olvides los ojos
de nuestra ceguera
ni el deseo último
al pie del cadalso.
Deja de tentarnos.
Apaga tu ascua.
Digiere el olvido.
Hojalata o sombra,
sueña por nosotros.

Cansancio

Termino un poema y callo.
La lengua está cansada
de tanta tensión. Supura
por sus poros metáforas y ripios,
sudor de tanto concepto resobado.
La sintaxis retorcida le duele como reuma
y le molestan de forma jaquecosa
las subordinadas adverbiales.
Quiere decir sólo banales
asertos, si es posible,
de sencilla factura, como
“Me duele la cabeza” o
“A mi marido le gustan las lentejas”.
Palabras que sean dichas y se vayan,
sin más, por el desagüe,
usadas y tiradas como un clinex.
Y nada más. O, simplemente,
como quien hace una siesta interminable,
tenderse en el silencio
y olvidarse de todas las Retóricas.

Verdad

Verdad es la mano que me toca,
el aire que respiro,
la carne que deseo.
Está fuera de los libros y se llama
hombre, vacío, risa,
mundo, pasión, silencio,
No importa la palabra que la cubra
ni que los labios digan
o callen su misterio.

Ante un estante de mi biblioteca



La triste certeza de que tanta
palabra impresa, de que tanto
fósil de otro tiempo y quizá de otro mundo,
no guarda una sola verdad, me nubla,
como una negra tormenta inesperada,
la alegría de esta mañana de verano.

No obstante, herido por el hábito
de lector sin remedio, escojo un tomo
al azar, lo abro: unas líneas
entredichas bastan
otra vez para salvarme.

sábado, 22 de agosto de 2009

Aquí comineza la historia

Está escrito: en principio
era la armonía de las bestias y las cosas.
Las fieras copulaban con el celo y se mataban
tranquilamente según la ley del más fuerte.
Los pájaros, las hojas de los árboles, las flores
cambiaban y morían al ritmo de las estaciones y las lunas.
Era el tiempo un círculo sencillo que repite
siempre la misma trama indiferente.

Mas vino el hombre,
extraña criatura sin instinto,
y puso un hacha de roca en medio de la selva,
y espantó a la fieras con el maligno invento
del fuego, y comenzó a levantar una choza de ramas
donde sólo estaba el primigenio suelo.
Todo se turbó con una inquietud desconocida
y las fieras huían de este bípedo extraño,
que poco a poco invadía todo el orbe
como una plaga de insectos imparable.

Aquí,
acabada la inocencia de esta fábula antigua,
comienza la historia.

Beatus ille

Dichoso aquel que, en medio de la vorágine
consumista de unos Grandes Almacenes,
de los ruidos de las cajas registradoras, de las dependientas
clónicas, de la claustrofobia de sudor y aire acondicionado,
sabe mentalmente cogitar un alegato
contra el voraz consumismo, sin olvidar
unas pullas (imprescindibles, en estos casos)
contra el Neoliberalismo y la Globalización, con ideas
de la Escuela de Francfort y del Progresismo Tardío fin de siecle (y aportando/
unas gotas delicadas de ecologismo
pacifismo
oenegeísmo,
y al mismo tiempo compra una maquinilla de afeitar
(de cuyo nombre sí me acuerdo, pero callo
por respeto al fair play del mercado)
que no sirve para nada, hermosamente
inútil. Vida -se ha dicho-
es vida y literatura es literatura.

Disyunción

La tarde tiene una ácida lentitud de motor oxidado.
Por el parque pían los pájaros sin sentido alguno
y juegan al fútbol futuros esqueletos.
Decididamente:
o leí al viejo Eliot con demasiado aliento,
o no me sentó muy bien el café de las cuatro.

Epístola moral

El dolor, Fabio, enseña su lección
como un viejo maestro apolillado
de saberes inútiles y oscuros.
El dolor, amigo mío, nada enseña,
sino la eterna, vacía certeza de que todo
dolor llega a destiempo.

Mozart

Elvira Madigan (Andante)

Toda esta belleza (¡pobre Amadeus,
niño sabio y desgraciado!) tiene
un fondo de imperceptible tristeza
(detrás de la armonía preestablecida
de los números y las órbitas
hay un lamento sordo y casi mudo)
como un gota mínima, letal de veneno
en un vaso de agua clara.

Oración al cumplir los 40 años

Llegado a esta edad que llaman crítica
los poetas y moralistas, convencido
de que se está a la mitad (por lo menos)
de este camino de espinas y puñetas;
a pesar de todas las gabelas, sin literatura
y sin resignación, hay una cosa
que tengo clara y que nadie me dijo:

vivir no era tan malo.

María Callas

Tace la notte placida
(El Trovador)

Tanta belleza reclama la palabra cielo.
Sin embargo, es la carne quien sale de esta gruta
para trazar la armonía exacta de sus órbitas
y el éxtasis de ser y no ser el mundo.
Elevados a la altura del alma,
da un fino vértigo el mirarse
un poco ángel, traslúcida materia,
como puestos de perfil ante la muerte.
El canto agita una helada brisa
de delicados átomos errantes.
La voz (tace la nottte placida) nos llega
de un lugar remoto y ya sagrado.

Somos el tiempo que nos queda

José Manuel Caballero Bonald

Somos el tiempo que nos queda,
la nada que borra nuestro aliento,
la noche que obtura nuestros labios,
el aire que barre nuestras venas
con la sístole mortal de un viento helado.
Somos también la sombra de ese tiempo
que nunca viviremos y la sombra
de las sucesivas muertes que tendremos
antes de morir del todo.
Somos al fin la incurable costumbre
de respirar, de latir, de vivir sin remedio.

Líquido es el amor

Líquido es el amor.
Líquidos son su sombra y su recuerdo.
Las caricias se sumen por la rendija del olvido.
Las miradas se llueven como estrellas de agosto.
Líquido es el amor y su deseo chorreante,
su húmeda pasión de flujos y sudores.

Nadie trace perfil y límite a este oceano:
niño ciego, borracho y consentido.

Teorema

Tu desnudez es la pureza blanca que perfuma la muerte,
tu mirada es el abismo que se abre hacia dentro de mi cráneo,
tus manos son los límites de la carne que espera ser aire,
tu espalda es la curva de la órbita de un planeta perfecto,
tus muslos son los peces escurridizos al hambriento mordisco,
tu boca es la húmeda abertura a una gruta sin ecos,
tu silencio es un trozo de nieve incombustible.

viernes, 21 de agosto de 2009

Espejos


La carne
se busca a sí misma en otro cuerpo.
El amor
es un juego sonámbulo de espejos.

jueves, 20 de agosto de 2009

Soneto satírico-estoico

Me canso de llevar la vida a cuestas.
Su peso, que me dobla el espinazo,
cada día me pesa más y aumentan
sus pequeños fastidios y coñazos.

La familia, el trabajo, las agendas,
los móviles, el atasco, la Viagra,
la polución, la cita con Hacienda,
las oenegés, los progres, la malaria.

Todo se confabula en una sola
voluntad de fastidio sin medida
y de agriarme la hora de la siesta.

Sin embargo, aunque la Parca asola
mis esperanzas, pienso que esta vida
es la que es; con sus duelos y sus fiestas.

Este poema se mandó a los amigos para felicitarlos en la Navidad de 2007

miércoles, 19 de agosto de 2009

El cuerpo se hace espíritu si ama

Amada en el Amado transformada
San Juan de la Cruz

Tu carne se hizo fuego entre mis labios,
derritió su materia contundente
en olor a tierra húmeda y salada.
Se disuelve la carne en mi saliva
y sus átomos navegan por mis venas
como nave que muere en un océano
que es su destino final, su paraíso.
Milagro: la materia se transforma
en sabor, en olor, en aire, en sombra.
El cuerpo se hace espíritu si ama.

martes, 18 de agosto de 2009

Esquirlas (2) Doce aforismos sobre el erotismo

* El enemigo del erotismo no es la moral puritana, sino el desnudo.

* No desnudo, desnudamiento, desvelamiento de lo que estaba oculto, “apocalipsis”, en el sentido etimológico.

* El culmen del erotismo es una mujer quitándose unos zapatos de tacón.

* Lo “natural” es un concepto que disuelve cualquier erotismo. Lo que es natural (fisiológico) no es ni puede ser erótico (y viceversa).

* Natural sería seguir el ciclo de las épocas de celo y reproducción, como las plantas siguen el ciclo de las estaciones.

* Amor y libertad son antónimos. La expresión “amor libre” es un oxímoron. “Nadie elige su amor” (Antonio Machado).

* Amor, deseo, fuerza que nos llega de fuera y nos arrastra. Furor platónico. Por eso el amante es un eterno quejumbroso y la literatura amorosa, desde los trovadores y Petrarca, es una larga queja, con pocas notas alegres.

* El acto sexual, desde un punto de vista fisiológico y orgánico, es simple y repetitivo. En realidad, presenta un reducido repertorio de variantes. Para compensar esta limitación, la literatura y el arte inventan el erotismo.

* El erotismo es una realidad más retórica que fisiológica.

* Una sociedad sin erotismo, una sociedad donde las costumbres se relajasen al extremo y la moral se disolviese, sería -será- invivible.

* Un matiz importante: no confundir deseo con apetito.

* Silogismo.

I. El erotismo es una realidad mistérica.

II. Misterio no es lo vamos a ver, sino lo que no podremos ver del todo.

III. Ergo, todo erotismo auténtico tiene algo de insatisfecho.

lunes, 17 de agosto de 2009

En una fiesta de música bakalao

Ya lo vio el viejo Nietzsche
con su vista de águila infalible;
y yo lo compruebo en esta tarde de resaca y estruendo,
en estos torsos desnudos y sudosos,
en este rito de vida seminal.
Dionisos no ha muerto. Veinte siglos
de Cruz y silogismos no han bastado
para ocultar su máscara grotesca
y sellar su tumba de pámpanos ardientes

Esquirlas (1)

* La civilización no es, como creía el pobre Rousseau un estado natural, sino una lucha contra la barbarie.

* Intelectual: alguien que sabe de todo y no se entera de nada.

* Noble es quien se inventa deberes; plebeyo, quien se inventa derechos.

* Nietzsche. La chispa del genio salta cuando se frotan fuertemente la desesperación y la lucidez.

* Reaccionarios. Castellani, Gómez Dávila, Romano Amerio, diques opuestos al río imparable de la Ilustración. ¿Por qué los reaccionarios nos resultan hoy tan modernos? Quizá porque, extendida la Revolución, son los únicos rebeldes.

* La derecha es el rito; la izquierda, el mito

Aforismos 1

* La civiliazación no es, como creía el pobre Rousseau, un estado natural, sino lucha contra la barbarie.

*Intelectua: alguien que sabe de todo y no se entera de nada.

* Noble es quien se inventa deberes; pebleyo, quien se inventa derechos.

domingo, 16 de agosto de 2009

La Anunciación de Fray Angélico


Suavemente se rompió el silencio.
con un aleteo de ángeles traviesos.
Como un belén de juguete, el Paraíso
acoge pájaros, flores y libélulas.
Una niña inocente ha descubierto,
asombrada, el fondo del abismo.
San Gabriel le confía su secreto
y ella asiente. Nota como brasas
el vientre y las manos. Ya lo sabe:
la luz es una forma de dulzura.

sábado, 15 de agosto de 2009

Déjà vu

[Erza Pound]


Todo lo que yo pueda escribir
duerme en algún legajo
la siesta de los siglos,
esperando
la mano manchada de tinta
que venga a plagiarlo.
Todo lo que yo pueda escribir,
en el Parnaso
donde no hay tiempo, lo glosa
Menéndez y Pelayo,
Borges lo cita, Cervantes lo parodia
y al chino lo traduce Erza Pound.

Polvo enamorado


Al fondo de tus ojos un misterio
con forma de negra laguna me subyuga.
Tiendo hacia él como él suicida
tiende hacia el abismo. No detiene
mi fatal empeño la certeza
de que amor y muerte se entreveran
en una misma trama de deseos

Beatriz


Suave como el vuelo de una abeja.
El sonido de los labios que susurran.
La mano y otra vez el tacto ausente.
Ciégame la luz de sus pupilas.
Quédanse huecas las palabras.
Blanda espuma confundida con la carne.
Amor mi mosse, che mi fa parlare.
Miro el silencio y me rindo a su evidencia.

El otro

Estás aquí: dentro de mí mismo.
Espacio y tiempo nacen en tus manos.
La luz se transustancia en tu mirada.
La realidad se viste con tu sombra
y el mundo late al ritmo de tus venas.

Sólo tú eres. Ni yo mismo existo.

Sexo

Porque tierra y carne fueron
una sola materia primigenia
en los remotos orígenes del caos,
la llamada de la carne es oscura y mecánica.
Refugio y descanso. Apenas
una hendidura oscura que oculta su belleza
de miembro amputado. Fuera
la intemperie del cosmos nos aguarda.

Oración por Kurt Cobain


Para mi hija Cristina

Tu cara de niño triste y mal criado
(no sé porque todos los niños tristes
tienen los ojos azules y son rubios),
tu voz de huraño animal doméstico
al que alguien le pisó la cola
me hacen sospechar, pequeño Kurt, que nunca
tocaste la fibra última de la ternura
y que los goces de la vida te llegaron
como tábanos que pican en desorden.
Fama, drogas, amor; todo ese Nirvana
estridente de vinilo y humo no te hicieron
feliz, ni siquiera indiferente.

Ahora, que estás en la otra orilla
y que tu cuerpo es un piedra silenciosa,
me pregunto, pequeño Kurt, si alguien,
alguna vez,
conmovido por tu desgracia, habrá elevado
por ti, siquiera una pequeña plegaria.

Oh Señor, que en tu profundo seno
recoges todos los secretos fracasos del hombre
y acumulas, como un inmenso hospital,
el hedor de nuestras heridas infectadas,
sólo Tú comprendes
a la prostituta, al drogadicto y al suicida,
sólo Tú conoces la fibra íntima,
el atisbo de inocencia no perdida
de quien se revuelve en el fango del mal y el sinsentido.

Sóló Tú puedes entender que el pobre Kurt,
perdido en el abismo, no encontrara
más que su propia cara resacosa en el espejo
y un poco de placer recogido en migajas,
triste regusto a sexo, a saliva, a fría nicotina.

Porque sus ojos eran ciegos a tu Gracia,
debes darle, Señor, la luz ahora.
La luz y el silencio. Se merece
este inocente niño un poco de tu paz.
Acúnalo, Señor, en tus maternos brazos.

viernes, 14 de agosto de 2009

Roca viva (Desfiladero de los Gaitanes)

Quizá -seguro- en un remoto y geológico pasado estas dos mitades de la hendidura era una sola masa tranquila, unidad primigenia en un mundo ya perdido, inocencia del origen. El lento goteo del tiempo, un parsimonioso rumor de fuerzas subterráneas, como hormigas pacientes, fue abriendo esta hendidura contundente y dura, escultórica. Cicatriz de la montaña por donde la vista se desparrama hacia el vacío horizonte. Por donde la luz como sangre se abre camino entre dos angosturas como senos. Enorme máquina para la pequeñez del hombre o del pájaro, pero -en el fondo- genital y casi humana. Vida de latido espaciado, pero de sonido claro. No hay duda: están vivas las rocas; como los astros y las libélulas; como las lombrices y las manzanas. Están vivas y nos enseñan esta doble lección: la profundidad del tiempo, la pequeñez del hombre.

Vino


Durante siglos y estaciones la tierra pacientemente concentró su fuerza telúrica, alimentada por mil soles y mil lluvias. Luego vino el milagro (la semilla) y lo mineral se convierte en vegetal. Nace así de la áspera cepa la pulpa roja. De la tierra a vino. Del oscuro recinto de las raíces y el humus al luminoso reino de la luz, el color y la vida.

Estado natural

Publicado en www.aeca.net
Me siento tranquilamente a tomarme un café y un pastel en una cafetería de unos grandes almacenes. Al mismo tiempo aprovecho para leer el periódico. Cuando elegí la mesa no me percaté de que a la izquierda se sentaba una familia con un niño pequeño (3, 4 años). El niño se movía con libertad en torno a mi mesa y, de vez en cuando, la rozaba, con el correspondiente bailoteo de tazas y objetos. Eso hacía que mi lectura del periódico fuera sobresaltada y fragmentaria. Cada vez que veía al niño de acercarse temía lo peor. Pero, más adelante me di cuenta que también a mi izquierda había otra tierna criatura de parecida edad con ganas de juego. Esta fue más directa en su ataque y me dio un envite tal, que la taza del café se derramó en parte y los objetos que estaban en la mesa sufrieron una especie de amago de terremoto. Por fin me atreví a proferir una advertencia (más bien un ruego) al travieso infante: Nene, ten cuidado.
Lo más curioso del caso es que las respectivas familias, en las que sólo había mujeres (perdónenme mis amigas feministas, pero es así), que debían ser sus madres y abuelas y las amigas de la familia, no se inmutaron en ningún momento de la batalla. No miraron a los niños, sin les advirtieron, ni mucho menos les regañaron. Siguieron con su charla y su café como si aquello fuera un asunto que transcurría en el planeta Marte.

Por tomarme la vida con filosofía, lo cual puede llegar a ser una deformación profesional, y no alterar mi tensión arterial ya un poco alta por la dieta desequilibrada que arrastro, en lugar de enzarzarme en una discusión con las señoras, me acordé de las teoría educativas y filosóficas de Rousseau, que allí estaban tendiendo una aplicación práctica tres siglos después.
El pensador francés, como se sabe, uno de los ideólogos e inspiradores de la Ilustración, afirmaba que el hombre es bueno en su estado natural primitivo y que es la sociedad, con sus convencionalismos y trabas artificiales, quien lo echa a perder. De ahí provienen las teorías del “buen salvaje” y su aplicación práctica en el mundo educativo. Hay que dejar al niño que haga lo que quiera; es un contrasentido limitarlo con nuestras convencionales normas. Al imponerles pautas de conducta, estamos limitando su espontaneidad, su creatividad natural. Estamos imponiendo un sistema de valores que es convencional y antinatural. Ya irá aprendiendo solo. Y si, por ejemplo, le tira el café a este señor calvo que lee el periódico, ya aprehenderá por si solo las consecuencias negativas que esto conlleva. Además, si no, este señor pide otro café y tan tranquilos.
Las teorías de Rousseau tuvieron una larga influencia tanto en la filosofía como en la pedagogía (la llamada “pedagogía libertaria” le debe mucho) y llegaron hasta el famoso experimento de la escuela inglesa de Summerhill. Su aplicación, aunque sea inconsciente, en una generación de tiernos infantes hispanos tendrá sus consecuencias.
Lo que no podía sospechar el buen francés es que en, en los comienzos del siglo XXI sus teoría del “estado natural” se llevarían a la práctica, como diría el tópico periodístico, en vivo y en directo.

domingo, 9 de agosto de 2009

Oración de las minucias

En www.ellibrepensador.com

Tú que has creado Todo de la Nada
y riges las órbitas de los astros con tu mano celeste
y compones las notas del canto de los pájaros,
cómo puedes ocuparte de lo que a mí me ocupa,
pequeñas minucias que no sé si te alcanzan.
Que mi hijo apruebe la pendiente.
Que este lunar no sea nada malo.
Que mi padre sane de su infarto y vuelva a casa.
Que no me suban mucho la hipoteca.
Que el trabajo no falte (ni tampoco sobre).
¡Cuántas cosas pequeñas para alguien tan grande!
Perdona, Señor, nuestras minucias
como también nosotros perdonamos
al amigoque nos llama a la hora de la siesta
o al que cuenta por enésima vez su mili o al que narra
sus achaques con profusión de datos clínicos.
Todos son tu Imagen viva; y se merecen
el perdón, pero no sé
por qué tuviste que hacerlos tan latosos.
Tú, Señor, que tienes el copyright
de este extraño invento con alma, no te olvides
de que las minucias son para nosotros
lo que más importa, aunque parezcan,
a tu grandeza, un poco impertinentes.
Son el pobre barro del que está hecha esta vasija;
y Tú, el autor de la ocurrencia,
algo tendrás que ver en este asunto.

jueves, 6 de agosto de 2009

La hucha

Publicado en www.aeca.net


Hay cosas que, por diversos motivos, van desapareciendo de nuestras vidas y se convierten en objeto de olvido o de nostalgia. Por ejemplo, los escarabajos, las peonzas, los botijos y las huchas. ¿Por qué ocurre esto, por que, de pronto dejan de sernos útiles y se pierden? El motivo no es caprichoso. Existen razones ocultas que nos hablan de nuestros gustos, de los hábitos culturales, de las expectativas. En el fondo la desaparición de estos objetos nos da pistas del pulso sociológico y moral de nuestra sociedad.

Me centraré en el último objeto citado, la hucha. Los que tenga algo más de la cuarentena recordarán que era un objeto cotidiano y frecuente, sobre todo para el uso de los niños. Cada cual tenía una para ir ahorrando las pesetillas (y fracciones de pesetas) que se iban cogiendo. La había de muchos formatos: de lata, la que tenía forma de cerdito, la que eran de cerámica y se rompían al final del proceso. Los bancos y cajas de ahorros aprovechaban esta costumbre, regalando huchas, que ellos mismos abrían para engrosar la “libreta” del niño ahorrador.

Pero todo esto pertenece al pasado. ¿Por qué? ¿Por qué el ahorro deja de verse como una virtud y, por tanto, deja de ser un hábito deseable y valorado socialmente? Apunto varias razones.

La primera, porque confiamos en que el Estado nos lo resolverá todo en un momento dado. La creencia del hombre antiguo en un Ser trascendente o en una Providencia que movía los hilos de su vida, se sustituye por la creencia en el Estado, del que esperamos que provea en los momentos de dificultad, cuando falta la salud, cuando nos vemos sin trabajo, cuando necesitamos cualquier servicio, subvención o ayuda. ¿Para qué ahorrar si se nos garantiza unos “servicios mínimos” de calidad de vida desde la cuna a la sepultura?

La segunda causa es la intensificación de lo que yo llamaría un sentido hedonista de la vida y la creencia en que la rueda de la Fortuna puede cambiar en cualquier momento su dirección. Hay que disfrutar el hoy y no hacer demasiados planes para el futuro. Un futuro que ni siquiera sabemos si existirá. Metidos en esta vorágine, en esta prisa por consumir y disfrutar, el ahorro es un puro contrasentido.

Esto, que parece un mero cambio de costumbres, transforma profundamente la realidad económica y hace difícil no sólo el ahorro sino cualquier proyecto económico a medio plazo que suponga un esfuerzo sostenido, Invertir esta situación supondría pasar de la mentalidad confiada (en el Estado) y hedonista a una más previsora y dispuesta al sacrificio. Cambiar de costumbres, de valores… ¡Qué difícil!

miércoles, 5 de agosto de 2009

Juan Duarte Martín


Iglesia de la Encarnación
Yunquera (Málaga) , 5 agosto 2009

La sangre el desierto riega,
triste y frío. Su espesura
de abono feraz anega
con su luz la tierra oscura.

Oscura y seca. El vacío
del odio helado, del frío
se derrite en su calor.

Panal derramado, mana
el corazón miel humana:
dulce savia del amor.

martes, 4 de agosto de 2009

Naufragio

Publicado en Robador de Europa (Revista de la Universidad de Málaga), nº 3

¡Qué horror! Si no hay Dios no hay nada. Por unos instantes (como si me detuviera de respirar) miro un mundo vacío de Dios, tal como existe para un gran número de seres humanos. El vetusto caserón levanta entonces bruscamente, por encima de la nada, su rostro ciego y lleno de salitre. Y esos biombos, esos cofres y esos jarros son restos de un naufragio oscuro que nadie recuerda ya. Son como los fósiles de las épocas anteriores a la humanidad.

François Mauriac

Nuevas memorias interiores

¿Quién desató la ardiente cólera imperial?¿Quién trajo al ejército con sus tambores y sus timbales?Los reyes bárbaros. Una grácil primavera se convirtió en otoño sediento de sangre,un torbellino de guerreros se extendió por el reino medio,trescientos sesenta millares, y pena, una pena como la lluvia.

Ezra Pound

Lamento del guardián de la frontera


Mientras naufrago tranquilamente, en esta noche,
aquí sentado en mi sillón favorito; mientras espero
la inminente llegada de los bárbaros,
que odian la retórica y los largos discursos,
qué lujo subrayar un poema de Eliot
con mi bolígrafo de plata,
antiguo regalo de un olvidado deudo.
Let us go, trough certain
Half-deserted streets.
Vámonos. Dejemos la puerta cerrada.
La decadencia es un lento ocaso indoloro.
Llegará como una pequeña catástrofe
sin apenas estruendo, sin aviso.
La decadencia tiene cara de ángel sátiro y hambriento
con manos burdas que no saben
tocar la lira o ajustar un tropo.
El mundo se hunde, Señora, y no sabemos
si salvar antes el cofre de las joyas
o aquella primera edición de Dante, tan preciada
por sus antepasados florentinos,
los que coleccionaban incunables y plumas de avestruz.
Todas estas naderías son cosas que heredé de mi abuela
y que guardo al recaudo de las voraces hormigas.
Lujos superfluos sin realidad ni fondo.
Ya te dije que tomé lecciones de francés este verano,
aunque no termina de gustarme como digo
a Valéry, tan oscuro que no acabo
de entender su Cimitière,quizá
la próxima temporada concluya la tarea.
¡Es tan escrupuloso el puñetero galo
que no puede escribir sin los gemelos de oro
y la corbata ajustada hasta la nuez!
Señora, déjeme besar su mano como una flor simbólica,
con una ligera inclinación de cabeza,
al uso de la antigua Monarquía Hispánica,
antes que lleguen los bárbaros y rompan
nuestro último icono para hacer fuego.
¿A quién se le ocurre escribir esta simpleza?
Ce toit tranquile, où marchent des colombes.
Las palomas se escaparán sin que nadie las cace
y soltarán sus excrementos encima de algún busto.
El arte. El arte. No sirve para nada.
Me gustaría, Madame, besar suavemente sus labios,
si no tiene otros compromisos más urgentes,
antes que la tarde caiga del todo y oscurezca.
Quiero llevarme del naufragio ese sabor a realidad,
a carne viva traspasada de venas. Que lo sepan:
no todo fue espejismo en nuestro mundo.
Sus labios han dejado
escapar tantas palabras dulces
que sería profanación cerrarlos al silencio.
Si fuese invierno, incluso agradaría
este fuego. No hace falta atizarlo. Puede usted,
sin embargo, arrojar algún oscuro manuscrito,
de esos de tinta vieja y color apolillado,
o cualquiera de esas estatuillas que adornan la estantería,
y hará una buena obra de limpieza
al tiempo que, desinteresadamente,
contribuye al holocausto como buen ciudadano.
No olvide, después, no llamar a los bomberos,
pues hace tiempo que se extinguieron como especie.
Señora, beso sus pies, que son sus miembros
más humildes y (ruego perdone la osadía) más eróticos.
Me ruboriza pensar en sus pies desnudos,
bajados del tacón de aguja como de un pódium,
caminando delicadamente sobre una alfombra roja
de largo pelo acariciante.
¡Qué blanca armonía de vals inaudible¡
Oigo, por fin, a Mozart: suena
como un tan-tan lejano.
Alguna extraña tribu se habrá apropiado de su flauta.
Misterio. Estoy perdido
en cuestión de primitivos y sus gustos
musicales. Habrá que consultar
el grueso tomo de la Antropología de Lévi-Strauss,
ése que está en la esquina del estante y creía perdido.
Mas me temo que bien poco aclarará.
La música me trae un mal augurio
que ya sospechábamos. Oráculos
no han faltado en los últimos siglos, pero ahora
es firme. El agua llega al cuello
con cariz de naufragio irreversible.
Podríamos, quizá, terminar la fiesta con un baile,
puesto que no importa ya ensuciar la alfombra roja,
pero me temo que este monótono tan-tan mozartiano
no es lo más adecuado para el minué que la ocasión requiere.
El sonido es cada vez más fuerte y se aproxima
como una manada de ciegos elefantes.
Los oigo aquí, debajo de mi mesa.
Esta invasión terrible e importuna
de contrarios sucesos nos espera.
Nos queda poco tiempo.
Sospecho que no podré, Señora, concluir
mi rosario de requiebros ya iniciado.
Quizá otra ocasión más sosegada
nos depare el futuro.
Un corazón latiendo a borbotones.
El arte. El arte. No sirve para nada.

lunes, 3 de agosto de 2009

El bus ateo: un mundo al revés

Publicado en Diócesis (Bolentín del obispado de Málaga), nº 618 agosto 2009


"Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta la vida”. Esto es, se postula la libertad concebida como una ausencia de ataduras y limitaciones, el desarrollo del sentido lúdico del vida. La libertad se justifica a sí misma. No necesita un fundamento ético o axiológico; y, mucho menos, trascendente. Nadie como Nietzsche ha sacado a la luz el sentido trágico que hay en el fondo de esta arriesgada actitud.
La opción contraria sería la expresada por una frase de Jesús, que también tiene fuerza de eslogan: “La verdad os hará libres”. O sea: el actuar humano no es un puro elegir por azar o capricho, sino que tiene que estar fundamentado en la verdad y, en el fondo, en una instancia trascendente que le da sentido.
Más que teísmo o ateísmo, aquí enfrentamos dos formas de concebir el acontecer humano: la acción que se justifica sí misma en su propio devenir y la que pretende ser un reflejo de valores fundantes.
El eslogan que resume la cosmovisión cristiana nos conduce a un existencia dura, porque la verdad tiene sus exigencias y la libertad no puede andar a su capricho. Dura, pero satisfactoria, porque la verdad no es imposición que limita y constriñe la libertad, sino soplo que la impulsa, savia que la vivifica. Libertad que, en su desarrollo, se convierte en alegría y felicidad.
Por el contrario, este “haz lo que quieras” sin fundamento convierte la libertad en una fuerza indeterminada que sólo da cuentas a sí misma. Los actos humanos, sin vinculación moral, pierden sentido y dirección. Y soy más modesto: no hablo ya de un sentido trascendente, o religioso, sino simplemente de una raíz moral que vincule a los actos humanos.
Frente a “La verdad os hará libres” el “Sé libre, pues no hay verdad”. Un mundo basado en la ausencia de fundamento. Un efecto sin causa. Un mundo al revés.