sábado, 30 de junio de 2012

Soneto del amor fugaz



Refrigerio frugal fue tu caricia
y un chispazo fugaz, su paladeo
que apenas degusté cuando la prisa
de Cronos me robó su regodeo.

Un atómico instante fue tu beso
a la mínima materia reducido;
breve labio que sella y dulce peso
de la boca que llega y ya se ha ido.

Sin dar tiempo a que el ardor se apague
y a que enfríe el incendio y lo sosiegue,
el beso se evapora y apresura

su extinción. ¡Placeres que no caben
en mi vida! ¡Minúsculas y breves
luces que sombras son por su premura!

lunes, 18 de junio de 2012

Paraíso encontrado



Plúmbea canícula inmisericorde,
régula sin mácula,
espléndido pináculo, orificio
ciego, exfoliación suprema.
La órfica piel sus grietas entreabre
-ave que surca incomprendida
el cielo y sus quietudes,
pétalo que surge en floresta emergente-
y muestra su misterio
de naranjas amargas  y larvas pululantes.
Oh hojas de un Edén nunca perdido,
obra y broma pesada de los dioses;
oh inocencia, desorden del deseo,
búsqueda de un centro genital y absoluto:
matemático fuego. Dejadme que prefiera,
dándome Fortuna a elegir atributos,
la hiperbórea belleza de las uñas enanas,
de los púbicos vellos en la sábana absueltos;
y que espere la mano sanadora y amiga
-la misma que ocultase a Eva sus retoños
y las parras deshojase de este huerto-
que me lleve hasta el limbo del venusino seno.