domingo, 1 de noviembre de 2009

Me gustaría

Me gustaría ser microscópico para meterme en los poros de algún ser amado, o en la ínfima ranura de alguna materia misteriosa. Manzana, madera, por ejemplo. Hurgar sin límites el amasijo del mundo como un niño hurga su nariz. Quedarme allí, en la fresca penumbra, al abrigo del tiempo, protegido de las molestias de ser materia obtusa, esta que pesa en mí carne de muerte, con apenas (milésimas de miligramos) de espíritu invisible. Pienso que ser ingrávido y mínimo debe de tener ventajas infinitas, como ser hombre tiene todos los inconvenientes.

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