martes, 3 de noviembre de 2009

Oda (algo filosófico-satírica) a mi mujer

Hay algo en el vasto universo que no es
noúmeno kantiano, idea platónica o estadística de lego,
algo por cuyo carácter
de realidad respondo ante los hombres
si fuera preciso ante notario.
Tu cuerpo: metro sesenta
de modesta materia, átomos
combinados no sé cómo,
vida insuflada con misterio
por Él, cuya mano
(la misma que me ha propinado más de un coscorrón)
adivino en esta obra.
Aunque Derrida diga que eres
la deconstrucción de un impulso
erótico, y Sartre te ponga cara de asco (la que tuvo
siempre, el pobre), aunque me rodeen,
como pesados moscardones de la siesta,
las dudas de los libros que he leído,
inútilmente para aclararlas,
aunque ...,
te toco y sé
que el mundo existe.

Álora, mañana del 12 de noviembre 2004


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