lunes, 15 de marzo de 2010

Soneto del amor salvaje

Poema encontrado en una papelera, en un papel arrugado y roto. Va firmado con un pseudónimo que seguramente responde al nombre de algún solitario misógino y reprimido. Presenta algunos problemas de crítica textual:

a) Al verso 10, torpe a todas luces, le sobraba alguna sílaba, por lo que he tenido que suprimir "una" antes de "gata".

b) La palabra "empantanan" (verso 9) quizá fuera "espantan" u otra de fonética similar; pero estaba casi ilegible, cubierta por un chicle. No estoy seguro de haber hecho la lectura más correcta.

Quiero tocar tus uñas y tu pelo;
lamer tus cicatrices; horadar
con mi dedo meñique el agujero
secreto de tu oído. Quiero hallar

el olor de tus pies si andan descalzos,
la tibieza del pis que cae a chorros.
Quiero untar mi saliva en tu regazo
como gata que lame a sus cachorros.

Me empantanan tus flujos y reflujos
en olor, sabor, color, ardiente sangre.
Me sumo en el instinto hasta el embrujo
de transformar mi ciego amor en hambre

y en sed y en digestión: deseo loco
y caníbal de comerme lo que toco.

Ermitaño

2 comentarios:

  1. Videtur eremita ardere in solitudine. Poiesis audax et imaginum novarum. Valeat eremita et gratias tibi ago publicandae poiesis causa.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, Jesús. Nunca había recibido un comentario tan culto a un poema mío.

    ResponderEliminar