lunes, 12 de julio de 2010

Soneto del amor cósmico


Me envuelve en tu olor la simetría
de los átomos mágicos del éter.
Cósmica y química, la luz del día
del padre Sol por tus rendijas mete

ondulatoria y lúbrica belleza.
Me sufraga el alma la abertura
de la boca comestible y de la fresa
de la lengua frenética y oscura.

Todo es brisa y frescor en esta cima
donde olvido a mi vida y a la muerte
si piso en la vendimia este lagar.

Todo es sangre y latir en esta esquina
de eterno amor, donde me endiosa el verte
ayer y ahora y siempre sin cesar.

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