Sencillez ultima, antes
que la carne se haga espíritu y sublime
su materia en médula de ángeles,
en el preciso instante,
en el filo sutilísimo
en que el tiempo parece eternidad,
estás, humano
barro todavía –y casi cielo.
domingo, 29 de agosto de 2010
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Entre Rilke y J.R.J.
ResponderEliminarBien visto, AQuilino. Felicidades, Tomás.
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