Quiero sacar de ti el sabor amargo de la savia del helecho,
la textura de las uvas dulces exprimidas,
el olor salobre de una caracola abandonada en la playa,
el tacto poroso de los hilos de lluvia entre los surcos,
Quiero sacar de ti la sal del sudor humano,
el sísmico movimiento de la mano que toca al amado,
el aliento de los niños dormidos,
la luz del agua,
la transparencia del sueño.
lunes, 25 de enero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Contra lo que se pregunte Hölderlin, es en tiempos de miseria cuando más falta hace la poesía. Bienvenida sea.
ResponderEliminarEste poema es precioso, Tomás. Afortunada la persona que lo reciba de ti.
ResponderEliminar