
Señora de los surcos y la siembra,
del limón dorado y de la espiga,
libélula y pájaro, molienda
que cada año transforma la semilla.
Señora del tomillo y del romero,
humilde jaramago, lentitud
del trigo y de la hormiga, paz, sendero
que conduce sin pérdida a la luz.
Celeste y vegetal, tanta alborada
renacida en ángeles y humanos,
mana rumor de abejas. Tanta vida,
tanta belleza cabe en tu mirada
que el inmenso milagro de tus manos
bálsamo es al dolor de nuestra herida.
del limón dorado y de la espiga,
libélula y pájaro, molienda
que cada año transforma la semilla.
Señora del tomillo y del romero,
humilde jaramago, lentitud
del trigo y de la hormiga, paz, sendero
que conduce sin pérdida a la luz.
Celeste y vegetal, tanta alborada
renacida en ángeles y humanos,
mana rumor de abejas. Tanta vida,
tanta belleza cabe en tu mirada
que el inmenso milagro de tus manos
bálsamo es al dolor de nuestra herida.
Sin palabras, has reflejado en tus palabras los sentimientos de estos hijos de la tierra que aman a su madre y buscamos consuelo en su mirada.Como te he dicho alguna vez "Nunca estaremos huerfanos".
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