sábado, 30 de junio de 2012

Soneto del amor fugaz



Refrigerio frugal fue tu caricia
y un chispazo fugaz, su paladeo
que apenas degusté cuando la prisa
de Cronos me robó su regodeo.

Un atómico instante fue tu beso
a la mínima materia reducido;
breve labio que sella y dulce peso
de la boca que llega y ya se ha ido.

Sin dar tiempo a que el ardor se apague
y a que enfríe el incendio y lo sosiegue,
el beso se evapora y apresura

su extinción. ¡Placeres que no caben
en mi vida! ¡Minúsculas y breves
luces que sombras son por su premura!

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