viernes, 14 de agosto de 2009

Vino


Durante siglos y estaciones la tierra pacientemente concentró su fuerza telúrica, alimentada por mil soles y mil lluvias. Luego vino el milagro (la semilla) y lo mineral se convierte en vegetal. Nace así de la áspera cepa la pulpa roja. De la tierra a vino. Del oscuro recinto de las raíces y el humus al luminoso reino de la luz, el color y la vida.

2 comentarios:

  1. Esta entrada tan poética bien valdría para la etiqueta de una buena botella de vino. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Estimado Jesús: has acertado; el texto se ha hecho para publicidad de unos amigos que tienen una bodega, Vega del Jébar.

    ResponderEliminar