miércoles, 19 de agosto de 2009

El cuerpo se hace espíritu si ama

Amada en el Amado transformada
San Juan de la Cruz

Tu carne se hizo fuego entre mis labios,
derritió su materia contundente
en olor a tierra húmeda y salada.
Se disuelve la carne en mi saliva
y sus átomos navegan por mis venas
como nave que muere en un océano
que es su destino final, su paraíso.
Milagro: la materia se transforma
en sabor, en olor, en aire, en sombra.
El cuerpo se hace espíritu si ama.

2 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho este poema dedicado a san Juan de la Cruz. El primer verso ("Tu carne se hizo fuego entre mis labios") me sugiere una hermosa alabanza a la Eucaristía. Y me parece que el último ("El cuerpo se hace espíritu si ama") resume bien el mensaje de todo el poema. El cuerpo se une con el espíritu cuando prueba la Eucaristía, es decir, cuando ama a Jesús transustanciado en el pan, de manera que ambos se confunden.

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  2. Estimado Ramiro: gracias por tu comentario. La verdad es que quise darle a este poema más un sentido de amor humano o Amor, en general, con máyúsculas. Y destacar sobre todo esa idea de que el amante se disuelve, despararece de alguna forma, se trasnfigura. Tú lo has relacionado con la Eucaristía y, ahora que lo pienso, tienes razón; es una perspectiva más desde la que puede leerse el poema. Lo cual demuestra la teoría de que el texto, una vez que sale del autor, se va recreando en el lector; de hecho, cada lectura reecribe el poema. Un abrazo y seguimos en contacto.

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